En su Diccionario biográfico de cine, David Thomson escribe que, para cualquier cinéfilo, es triste no tener una estrella de cine que brille durante su edad más impresionable. A través del tiempo, se hace evidente que nuestras estrellas favoritas eran eminentes ípor la manera en que nos marcaron las conciencias por vez primera. Una vez penetrados, nunca olvidamos la herida.

Paula Prentiss fue presentada a las audiencias de cine cuando contaba 20 años, en la comedia playera de culto Where the Boys Are (1960), en la que interpretaba a una muchacha independiente y sensitiva. A algunos cinéfilos varones nos hizo conscientes del rol alternativo de mujeres que participan de manera decidida y afirmativa en los asuntos mundiales.

Otro aspecto importante de su personalidad fílmica era el humor. Ver a Paula Prentiss es siempre divertido, una delicia para ojos y oídos. Las ricas inflexiones de su voz, su estilo libre de actuación y las maneras inusitadas en que usa su cuerpo — a veces, centro de los chistes, como en What’s New Pussycat? —, forman parte del placer de verla.

A veces el glamour es la única razón por la que algunas estrellas de cine aparecen en pantalla; pero en su caso, sus bellos rasgos eran valores adicionales: morena, alta y espigada, sonrisa maravillosa, ojos pardos y soñadores, y una atractiva figura que garantizó su inclusión en la lista de las 100 estrellas más sexys de la historia del cine, en la encuesta que realizó la revista británica Empire en 1965.

Sin embargo, el crédito de proyectar una personalidad tan vigorosa a través del cine, debe otorgársele a la misma Prentiss, quien llegó a Hollywood cuando el sistema de estudios estaba en decadencia. La Metro Goldwyn Mayer le asignó papeles en otras películas (a menudo como pareja de Jim Hutton) cuyo único interés, hoy día, es su presencia. Bachelor in Paradise (1961) — basada en un cuento de Vera Caspary, la autora de Laura y Les Girls — y The Honeymoon Machine (1962) son rescatables; pero The Horizontal Lieutenant (1962), Follow the Boys (1963) y Looking for Love (1964) poseen guiones y dirección rutinarios.

Su origen latino, su crecimiento en el seno de una familia unida, su entrenamiento dramático e incluso el hecho de que ha estado enamorada y casada con el actor-director Richard Benjamin por 36 años, parecen combinarse en la proyección de su característico sentido de simpatía, humor y agresividad.

Bajo el nombre de Paula Ragusa, nació el 4 de marzo de 1939, en San Antonio, Tejas, de padre italiano y madre norteamericana. En una ocasión, la actriz declaró que su familia íera muy necesaria, porque con los demás tenía pocas oportunidades. En la escuela superior Macon, del estado de Virginia, fue siempre la más alta del salón. Pero en 1958, en el departmento de drama de la Universidad Northwestern, conoció a un muchacho más alto que ella. Por lo demás, Paula quedó impresionada con la sofisticación del judío neoyorkino Richard Benjamin.

Mientras participaba en una producción de A Hatful of Rain, Paula fue descubierta por un cazador de talentos de la Metro y pasó directamente a la producción de Joe Pasternak, Where the Boys Are. En 1961, se casó con Richard, pero se mantuvo bajo contrato con la MGM, mientras él aún trataba de surgir.

1963 fue un año decisivo en su carrera, cuando Howard Hawks la seleccionó como pareja de Rock Hudson en Man’s Favorite Sport? (1964). A causa de este papel, Paula fue comparada con Carole Lombard, Katharine Hepburn y Kay Kendall, y se ganó la reputación de actriz adepta a personajes alocados.

Paula (con Rock Hudson) en Man’s Favorite Sport?

Bajo la dirección de Hawks, Paula floreció por completo, en un tipo de comedia apropiado para su estilo de actuación y la época. Aunque difícilmente pueda considerarse una película feminista, Sport? ostentaba una protagonista fuerte y pertenecía al género screwball, que aún funcionaba en la década de 1960. Pero Hawks había envejecido, los actores y sus agentes aún no tenían influencia en las producciones como hoy, y las drogas, la violencia y el sexo eran más rentables. Después de todo, era la época de Easy Rider y Bonnie and Clyde. La sociedad norteamericana fue tomada por la guerra, el amor libre y el asesinato de figuras públicas. A pesar de todo, Paula terminó 1964 ganándose el diploma de actuación dramática en In Harm’s Way y volviendo loco a Peter Sellers en la comedia familiar The World of Henry Orient.

Mientras filmaba What’s New Pussycat? en 1965, Paula sufrió una crisis nerviosa y se retiró del cine por cinco años. En el ínterin, apareció durante una temporada con su esposo en la serie de culto de la CBS Él y ella (1967). Aunque pasó casi inadvertida en su momento, hoy Él y ella está considerada como una comedia de situaciones que estableció pautas y abrió nuevas vías de producción para otras series posteriores, como los shows de Mary Tyler Moore y Bob Newhart, que tuvieron mayor éxito. En Él y ella Paula interpretaba nuevamente a una trabajadora inteligente e independiente, un tipo de mujer distinto a los roles femeninos a que nos tenía acostumbrados la televisión norteamericana de aquellos años: por ejemplo, la bruja y la genio de Embrujada y Sueño con Jeannie, respectivamente, cuya auto-afirmación dependía enteramente del marco de fantasía de las series. Paula fue nominada a un Emmy por Él y ella y, aunque ya era una estrella de cine, fue seleccionada como la actriz más prometedora de la televisión de 1968.

En 1970, Paula regresó al cine en la comedia excéntrica Move, después de que su esposo había estelarizado con gran éxito Goodbye, Columbus el año anterior. Juntos aparecieron en la versión fílmica de la novela de Joseph Heller Catch 22 (1970) y en Broadway, en una comedia de Edward Albee. Por su parte Paula también intervino en el telefilme The Couple Takes a Wife y en películas como el drama de Ivan Passer Born to Win (1971), como una drogadicta; en la comedia de Neil Simon Last of the Red Hot Lovers (1972), como una actriz marihuanera; y como una ítalo-norte americana en Crazy Joe (1973). Sus papeles más notables de esta década fueron su actuación dramática en el excelente thriller de Alan J. Pakula, The Parallax View (1974); y su ama de casa suburbana en The Stepford Wives (1975).

Con Alan Arkin en Last of the Red Hot Lovers

Durante estos años, Paula y Richard tuvieron a su primer hijo, Ross, e hicieron algunos cambios en el hogar. En una ocasión se dijo que Paula Prentiss ubicaba su carrera por debajo de la de Richard Benjamin. Sin embargo, tal no parece ser el caso. Los Benjamin están considerados como una pareja normal, a juzgar por su matrimonio y por el aprecio que le tienen sus colegas. En las relaciones maduras y responsables, hay ocasiones en que uno de los cónyuges se dedica a actividades en beneficio del otro y por la unidad familiar. En algunas parejas del mundo del espectáculo, los cónyuges no se ponen de acuerdo sobre lo que deben hacer, ya que ubican la fama y la fortuna en primer término: a veces cuando la esposa filma y el marido hace otra cosa, el matrimonio se rompe. En el caso de Paula y Richard, ambos acordaron los papeles que cada uno asumiría en la vida, y ella se quedó en casa, criando a Ross (y a su hija Prentiss, nacida cuatro años después), porque así lo quiso. Por lo demás, nada puede reemplazar la alegría de ver crecer a los hijos, y aún tenía tiempo para hacer chistes sobre la maternidad interpretando a una enfermera en el show televisivo Saturday Night Live y participar en unos cuantos telefilmes.

Prentiss regresó a la pantalla en el hermoso thriller romántico de Harold Becker The Black Marble (1980). (De acuerdo al libro de prensa, los productores le pusieron como condición que ¡aumentara quince libras!) Al año siguiente interpretó a la esposa de Jack Lemmon en la comedia de Billy Wilder Buddy, Buddy; y después de Saturday the 14th (1981), que co-protagonizó con Richard, regresó al hogar y a sus niños, hizo más telefilmes y apariciones especiales en series como Burke's Law, y trabajó en teatro junto a Benjamin.

Su último papel protagónico en la paródica Saturday the 14th

Hoy Ross y su hermana Prentiss son universitarios, y Richard Benjamin, un conocido director de Hollywood, que ha dirigido los aclamados filmes My Favorite Year (1982) y Racing With the Moon (1984); el subvalorado y poco visto Little Nikita (1988); los éxitos Mermaids (1990) y Made in America (1993); y Mrs. Winterbourne (1996), el remake cómico de No Man of Her Own, protagonizado por Ricki Lake, en el que Paula hizo una actuación especial como una malvada enfermera.

Recientemente Paula ha pensado en retornar a la actuación: si lo hace, será bienvenida como siempre. Junto a actrices como Candice Bergen, Stefanie Powers y Jane Fonda, su trabajo y proyección abrieron camino a las confiadas mujeres trabajadoras de los filmes actuales, desde las empresarias hasta las luchadoras por causas sociales, incluyendo a las andróginas ífemmes-Nikitas de hoy.

Los Benjamin hoy — como diría Paula en su
delicioso acento sureño, í¡Felices como un
chancho muerto al sol!�

Foto © 1997 revista People.